Campeón inexorable
que derriba las maldades
y convierte corazónes
poderoso en sus acciones
e imponente en sus bondades.
Señor de la castidad
que porta la caridad
y refuerza voluntades,
ennoblece las verdades
y guarda la santidad.
Caballero de los cielos
llegan tan altos sus vuelos
que se abaja hasta los pobres
y es su espíritu tan noble
que Satán le tiene celos.
Con su sonrisa de cobre
ante el Dios que se hizo hombre
se postró con humildad
proclamó su santo nombre
y aceptó su Voluntad.
Cuando el Rebelde se alzó
y con soberbia cayó
con un tercio de los ángeles
que, sin alas y con sangre,
hallaron la perdición,
a defender el honor
manchado de su Señor
salió con brazo de hierro
y hubo un combate tan fiero
que la tierra retembló.
INCONCLUSO.
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