sábado, 29 de septiembre de 2007

Por supuesto, todas estas fotos son pura pose... Sacamos las espadas para hacernos las fotos nada más. Luego las guardamos en el coche, y practicamos con espadas de madera...





viernes, 28 de septiembre de 2007



Para mi primo Jorge, autor del video: artista, músico, ingeniero informático.

¡Me voy a Toledo!


Estoy en casa de mi abuelo en Toledo.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Borges. El disco (de "El libro de la arena").


Soy leñador. El nombre no importa. La choza en que nací y en la que pronto habré de morir queda al borde del bosque. Del bosque dicen que se alarga hasta el mar que rodea toda la tierra y por el que andan casa de madera iguales a la mía. No sé; nunca lo he visto. Tampoco he visto el otro lado del bosque. Mi hermano mayor, cuando éramos chicos, me hizo jurar que entre los dos talaríamos todo el bosque hasta que no quedara un solo árbol. Mi hermano ha muerto y ahora es otra cosa la que busco y seguiré buscando. Hacia el poniente corre un riacho en el que sé pescar con la mano. En el bosque hay lobos, pero los lobos no me arrendan y mi hacha nunca me fue infiel. No he llevado la cuenta de mis años. Sé que son muchos. Mis ojos ya no ven. En la aldea, a la que ya no voy porque me perdería, tengo fama de avaro ¿pero qué puede haber juntado un leñador del bosque?Cierro la puerta de mi casa con una piedra para que la nieve no entre. Una tarde oí pasos trabajosos y luego un golpe. Abrí y entró un desconocido. Era un hombre alto y viejo, envuelto en una manta raída. Le cruzaba la cara una cicatriz. Los años parecían haberle dado más autoridad que flaqueza, pero noté que le costaba andar sin apoyo del bastón. Cambiamos unas palabras que no recuerdo. Al fin dijo:
-No tengo hogar y duermo donde puedo. He recorrido toda Sajonia.
Esas palabras convenían a su vejez. Mi padre siempre hablaba de Sajonia; ahora la gente dice Inglaterra.Yo tenía pan y pescado. No hablamos durante la comida. Empezó a llover. Con unos cueros le armé una yacija en el suelo de tierra, donde murió mi hermano. Al llegar la noche dormimos.Clareaba el día cuando salimos de casa. La lluvia había cesado y la tierra estaba cubierta de nieve nueva. Se le cayó el bastón y me ordenó que lo levantara.
-¿Por qué he de obedecerte? -le dije.
-Porque soy un rey -contestó.
Lo creí loco. Recogí el bastón y se lo di.Habló con una voz distinta.
-Soy rey de los Secgens. Muchas veces los llevé a la victoria en la dura batalla, pero en la hora del destino perdí mi reino. Mi nombre es Isern y soy de la estirpe de Odín.
-Yo no venero a Odín -le contesté-. Yo venero a Cristo.
Como si no me oyera continuó:
-Ando por los caminos del destierro pero aún soy el rey porque tengo el disco. ¿Quieres verlo?Abrió la palma de la mano que era huesuda. No había nada en la mano. Estaba vacía. Fue sólo entonces que advertí que siempre la había tenido cerrada.Dijo, mirándome con fijeza:
-Puedes tocarlo.


Ya con algún recelo puse la punta de los dedos sobre la palma. Sentí una cosa fría y vi un brillo. La mano se cerró bruscamente. No dije nada. El otro continuó con paciencia como si hablara con un niño:
-Es el disco de Odín. Tiene un solo lado. En la tierra no hay otra cosa que tenga un solo lado. Mientras esté en mi mano seré el rey.
-¿Es de oro? -le dije.
-No sé. Es el disco de Odín y tiene un solo lado.
Entonces yo sentí la codicia de poseer el disco. Si fuera mío, lo podría vender por una barra de oro y sería un rey.Le dije al vagabundo que que oún odio:
-En la choza tengo escondido un cofre de monedas. Son de oro y brillan como el hacha. Si me das el disco de Odín, yo te doy el cofre.Dijo tercamente:
-No quiero.
-Entonces -dije- puedes proseguir tu camino.
Me dio la espalda. Un hachazo en la nuca sobró para que vacilara y cayera, pero al caer abrió la mano y en el aire vi el brillo. Marqué bien el lugar con el hacha y arrastré el muerto hasta el arroyoque estaba muy crecido.Ahí lo tiré.Al volver a mi casa busqué el disco. No lo encontré. Hace años que sigo buscando.

Borges. A un poeta sajón



Tú cuya carne, hoy dispersión y polvo,
Pesó como la nuestra sobre la tierra,
Tú cuyos ojos vieron el sol, esa famosa estrella,
Tú que viniste no en el rígido ayer
Sino en el incesante presente,
En el último punto y ápice vertiginoso del tiempo,
Tú que en tu monasterio fuiste llamado
Por la antigua voz de la épica,
Tú que tejiste las palabras,
Tú que cantaste la victoria de Brunanburh
Y no la atribuiste al Señor Sino a la espada de tu rey,
Tú que con júbilo feroz cantaste,
La humillación del viking,
El festín del cuervo y del águila,
Tú que en la oda militar congregaste
Las rituales metáforas de la estirpe,
Tú que en un tiempo sin historia
Viste en el ahora el ayer
Y en el sudor y sangre de Brunanburh
Un cristal de antiguas auroras,
Tú que tanto querías a tu Inglaterra
Y no la nombraste,
Hoy no eres otra cosa que unas palabras
Que los germanistas anotan.
Hoy no eres otra cosa que mi voz
Cuando revive tus palabras de hierro.
Pido a mis dioses o a la suma del tiempo
que mis días merezcan el olvido,
que mi nombre sea Nadie como el de Ulises,
pero que algún verso perdure
en la noche propicia a la memoria
o en las mañanas de los hombres.

martes, 25 de septiembre de 2007

En Toledo...

¡Castilla!¡Castilla!
San Pablo.


Yo con dos espadas de mano y media (modelo del s.XV pero fabricadas en el siglo XX) , si no salgo reviento.


Yo, dando leña.
Mi última visita fue hace la tira. Estas fotos son del año pasado, en verano... Ya tengo ganas de volver. Lo que extraño de mi ciudad (amigos y familia aparte) es pasear de noche por las calles...

domingo, 23 de septiembre de 2007

Ciber excursión fracasada.

TEXTO ELIMINADO POR EL AUTOR...
Buah, esto del blog empieza a ser aburrido... esperaba más comentarios...en fin, a ver que encuentro por ahí...

sábado, 22 de septiembre de 2007

AL ARCÁNGEL SAN MIGUEL




Campeón inexorable
que derriba las maldades
y convierte corazones
sencillo con sus razones
e imponente en sus bondades.

Destructor de la maldad,
humilde en la caridad,
fortalece voluntades,
ennoblece las verdades,
y guarda la santidad

Aliado de los hombres
generoso con los pobres
protege la castidad
destruye la vanidad
y Santifica el Nombre

del Santo Dios de los Cielos
y es tan alto en sus vuelos
que se abaja hasta los pobres
y cuando Dios se hizo hombre
lo adoró con humildad.

Es tanta su santidad
que los hombres lo proclaman
y con fuerza lo reclaman
para pedir protección
contra el mal y su facción.
INCONCLUSO

Arte Fractal

Taupensky de Janet Preslar. Esta imagen esta copiada de aquí.



Esta imagen está cogida de esta página









Dos galerías de arte fractal en la red que están muy bien: esta y esta.
Básicamente esto no es una geometría medieval sino una geometría contemporanea. Muy contemporánea...

Hablo de memoria porque no tengo bibliografía aquí para consultar, por lo tanto este post es inseguro y frágil. Pero la idea queda subrayada en rojo.
¿Qué es un fractal? He aquí una definición sencilla pero larga como para dejarla en el blog.
Lo interesante del tema es que un día a un matemático loco se le ocurrió repetir por un ordenador un proceso sencillo de UNA ECUACIÓN MATEMÁTICA un millón de veces y ¿qué gráfica obtuvo? El dibujo de una hoja de helecho.
La espiral pitagórica también se refleja en conchas como el nautilus, etc. Es decir, por medio de ciertas ecuaciones matemáticas se ha llegado a dibujar formas de la naturaleza.
Esta afirmación da que pensar, al menos a mi me hace pensar que Dios existe
Algunas piñas, algunas espirales, en concreto caracolas marinas, algunas hojas, las coliflores, la estructura cristalina de los copos de la nieve, la línea de la costa, etc. tienen estructuras fractales.
El arte fractal se dibuja por medio de esas ecuaciones matemáticas y mezclando colores. El resultado son la imagen 1 y 4.
Bueno mi momento de rayada ya pasó, seguimos con el blog. jeje.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Heavy Cristiano...


ESTOS DOS PRIMEROS VIDEOS ERAN DE NARNIA...
STRYPER VIENE A MADRID EN BREVE

TO HELL WITH THE DEVIL. AL INFIERNO CON EL DIABLO (CITA DEL APOCALIPSIS)



1,618...


martes, 18 de septiembre de 2007

Salmo 50-51 de David
Miserere mei, Deus: secundum magnam misericordiam tuam.
Et secundum multitudinem miserationum tuarum, dēlē iniquitatem meam.
Amplius lavā me ab iniquitate mea: et peccato meo mundā me.
Quoniam iniquitatem meam ego cognōscō: et peccatum meum contra me est semper.
Tibi soli peccāvī, et malum coram te fēcī: ut justificeris in sermonibus tuis, et vincās cum judicaris.
Ecce enim in inquitatibus conceptus sum: et in peccatis concepit me mater mea.
Ecce enim veritatem dilexisti: incerta et occulta sapientiae tuae manifesti mihi.
Asperges me, Domine, hyssopo, et mundābor: lavābis me, et super nivem dēalbābor.
Auditui meo dabis gaudium et laetitiam: et exsultabunt ossa humiliata.
Averte faciem tuam a peccatis meis: et omnes iniquitates meas dele.
Cor mundum crea in me, Deus: et spiritum rectum innova in visceribus meis.
Ne projicias me a facie tua: et spiritum sanctum tuum ne auferas a me.
Redde mihi laetitiam salutaris tui: et spiritu principali confirma me.
Docebo iniquos vias tuas: et implii ad te convertentur.
Libera me de sanguinibus, Deus, Deus salutis meae: et exsultabit lingua mea justitiam tuam.
Domine, labia mea aperies: et os meum annuntiabit laudem tuam.
Quoniam si voluisses sacrificium, dedissem utique: holocaustis non delectaberis.
Sacraficium Deo spiritus contribulatus: cor contritum, et humiliatum, Deus, non despicies.
Benigne fac, Domine, in bona voluntate tua Sion: ut aedificentur muri Jerusalem.
Tunc acceptabis sacrificium justitiae, oblantiones, et holocausta: tunc imponent super altare tuum virtulos.

Salmo 38, 4-11, también lo añado.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Y lo hicieron caballero sin buscarlo.

Para leer la primera parte del relato pinchad aquí.
En esta segunda parte del relato, el caballero ha derrotado a los trasgos y ha recuperado los huevos de las águilas que estos habían secuestrado y parte para enfrentarse con el dragón. Este relato tiene copyright.
***
El caballero había cumplido con su misión. Había llegado la hora de las águilas. Su compromiso era auxiliarle contra el dragón. La hembra de las águilas se colocó junto al caballero y le animó a que se montara en sus lomos; le estaba invitando a vivir una nueva aventura. El Señor del Castillo se subió sobre el águila y se agarró fuertemente a las alas sin impedirle que las pudiera desplegar para permitirle su majestuoso vuelo. ¡Ya puedes empezar – le grito el de la Ciudad del Valle- en esta ocasión estoy seguro que me sentiré mejor! El hombre dejaba que el viento le golpease en la cara, volaban a gran velocidad. Sobrevolaron todo aquel territorio hasta que, con una bajada templada y segura, el águila aterrizó en un claro del bosque que estaba rodeado de enormes piedras formado un círculo. Cuando llegaron al centro, el caballero se bajó, y, antes de volver a despegar, el águila le dijo: -Espera aquí. Vendrá a buscarte una mujer que no puede salir del bosque por una promesa que hizo. Y levantó el vuelo alejándose a toda velocidad. Como la espera se iba alargando, sacó la espada rota que guardaba en las alforjas y comenzó a hacer ejercicios con ella, para practicar: Giraba, avanzaba, fintaba, detenía y atacaba, daba tajos al aire, y movía los pies y los brazos con bastante soltura. Al escuchar una canción que le pareció melancólica y muy bella; se detuvo y trató de entender la letrilla:
En algún lugar del bosque
Hay un palacio escondido
de los antiguos señores
perdidos en el olvido.
Hace tiempo que marcharon
Hacia los mares salinos;
Los hombres los olvidaron,
Por la fuerza del destino.
Mis hermanos ya partieron,
Iban buscando su sino
En los barcos se perdieron
Por el este, en el camino
de los delfines veloces
que surcan el mar salino.
[…]
A los acordes de esa cancioncilla, apareció una mujer muy hermosa, de la raza de los elfos. Iba vestida de verde y su capa lucía el color de las hojas de las hayas del bosque. Percibió un aroma inolvidable, delicado perfume de la mujer, que ya no dejó de retener en su memoria, olía a flores del bosque, a nenúfares y a un olor peculiar, como a una mezcla de pan recién hecho, miel y leche, que el definió como olor a elfo. -¡Buenos días, Señor! El caballero le devolvió el saludo y entablaron una amable conversación, mientras la mujer se le iba acercando hasta que le cogió de la mano tirando de él. -Vayamos a mi casa; te prepararé un baño, le susurró dulcemente. Fue entonces cuando el caballero cayó en la cuenta de lo sucio que debía de estar y del mal olor que desprendía, aunque aquello era habitual en la mendicidad y en la caballería andante. El bosque era muy denso por aquella zona. Los árboles grandes desplegaban su follaje completamente nuevo en esta primavera y sobre el verde joven y limpio de las hojas, los rayos del sol jugaban en medio del canto de los pájaros. De la tierra húmeda y tibia del bosque subía un buen olor a musgo, hierbas y plantas en flor. Mientas caminaban, ella le habló de sus hermanos los elfos, de su partida y de por qué ella se quedó para guardar el palacio de sus antiguos señores y para velar la tumba de su amado, muerto en las guerras del anillo. Entraron al vetusto palacio y solo el sonido del silencio invadía aquellos espacios ricamente amueblados. Bilbo Bolsón anduvo por allí y, a su paso, rescató a los trece enanos de la prisión de los elfos. La mujer le enseñó el bañó y allí lo dejó solo para su aseo personal; se desnudó y se metió en una bañera que yacía en el centro de la habitación; nunca se había sentido mejor; después de un buen rato de disfrutar del agua templada y cristalina y de las sales aromática en ella disueltas, se vistió con las ricas ropas élficas que la mujer le entregó. Su sucia ropa había sido pasto de las llamas en el fuego de la chimenea. Antes de vestirse, cubierto por un gran lienzo, lo sentó en un sillón, le afeitó la cara, cortóle el pelo, le sirvió una opípara comida y lo dejó que durmiera a discreción hasta el día siguiente. Cuando el caballero se levantó, la mujer le acompañó al Salón de Armas, le vistió una cota de mallas de hierro en la que aparecían bordadas las enseñas del linaje; le entregó un escudo de armas y le dio una espada. Su aspecto había cambiado completamente. El caballero confió un secreto a aquella mujer: no sabía usar las armas. Entonces ella se comprometió a enseñarle los lances más básicos. En el primer ensayo, él, casi instintivamente, se colocó en guardia, atacó, defendió, fintó y en tres movimientos más desarmó a la mujer: -¿Pero no decías que no habías manejado nunca una espada?- Le preguntó sorprendida. -Nunca; es cierto. En el círculo de piedras ensayé un poco con ésta, y le señaló la espada rota. Es la primera vez que muevo una espada contra alguien. ¿Lo he hecho bien? - Peleas como los guerreros de antaño. Tus posiciones de guardia, tus amagos de golpe para herir con otro y tus fintas difieren bastante de las actuales; te lo puedo asegurar, porque he vivido lo suficiente para verlo. Además has demostrado un gran valor y destreza; luchas como un maestro. Tras un rato de silencio añadió - ¿Me dejas la espada rota?- El caballero se la tendió. Ella la tomó y la examinó con ojos de experta. -Fíjate en la factura de la cruz. Es esplendida. Observa la empuñadura: el arriaz y el pomo… fueron elaborados con una aleación de acero y plata de Moria, son sencillos, y bien proporcionados, de una pieza, sin filigranas que lo recarguen. Esta es un arma de un guerrero de antaño. Y además hay una magia en su interior, lo siento. Permíteme… Lo llevó hasta una sala magnifica y recogida; era un salón de invierno, una estancia pequeña para que la chimenea la calentase más fácilmente. El fuego estaba encendido. Puso el filo de la espada en el fuego y unas runas se dibujaron en la hoja. Ella leyó la inscripción de un lado: “Esta espada es la espada de la verdad. Fue forjada en el frío del alba, templada en el fuego y en el hielo…”. Hasta ahí se leía la inscripción. Por el otro lado estaba escrito: “Esta espada fue fraguada en los albores de la Segunda Edad para dar muerte a la serpiente en su lecho de oro… “. Nada más puede leerse porque la espada estaba rota. XXVI El caballero montaba en un magnifico corcel blanco. Vestía las armas que la dama del bosque le había regalado. Dejó el mulo de carga con las provisiones en la entrada de la Montaña Solitaria y se aventuró penetrar con su caballo por los pasadizos del enorme complejo de los enanos. . ¡Dragón!, -gritaba el caballero enfurecido- ¡Sal de tu refugio a luchar conmigo; yo, un hijo de la Ciudad del Valle, te desafía a muerte! ¡Has tiranizado a mi pueblo y mantienes retenida a la hija del gobernador de Esgaroth! ¡Tú eres el ser tenebroso que me la has secuestrado! ¡Has exigido a un pueblo, asustado, que te la entregara como tributo; de ahí arranca mi furia y mi locura y no descansaré hasta que mueras atravesado por esta espada! El pesado dragón, de color ceniciento, con cuerpo de una gran serpiente cubierta de escamas durísimas, hocico oblongo y fauces de cocodrilo, los dos pies de atrás, palmeados, y la cola, aplastada, con dos crestas laterales en la parte superior, apareció con sus alas de murciélago desplegadas y, aún aletargado, escuchaba aquellas voces como si subieran del mismísimo infierno. Su silueta daba la imagen viva del mal y la destrucción, a pesar de las riquezas que acumulaba, como Smaug, su tío. Lentamente salió de su letargo y fue abriendo sus ojos de reptil; el izquierdo aparecía destrozado; le habían clavado la hoja de una espada que se partió y en su ojo quedó aquel fragmento como un puñal. La muchacha, que estaba encadenada, también se despertó y, dando un salto, se puso en pie como si intuyera que su liberación se acercaba. Con actitud rufianesca y prepotente, rugió adormecido: ¿Quién se atreve a desafiarme, siendo como soy el legítimo heredero de Smaug? El dragón, sintiéndose inmune, aparecía cubierto de escamas negras y duras en la parte baja del pecho, como si quisiera asegurarse la inmortalidad. No caería en el mismo error de Smaug. -¡Ven aquí, guerrero, hace tiempo que te estoy esperando! -La voz tronó por el palacio de los enanos como un estampido terrible y ensordecedor. El caballero no sintió miedo. Al contrario, enfervorecido por el valor, se acercó al galope guiado por los ecos de aquel vozarrón. El sonido de los cascos del caballo reverberaba en las estancias vacías del palacio. Al fin llegó a la sala principal donde dormía el terrible monstruo sobre un fastuoso e inigualable tesoro. - ¡Quiero saber quién osa desafiarme! ¡Di tu nombre guerrero!- Entonces el dragón se fijo en la espada rota que llevaba al cinto. Y gritó -¡Tú…! - un potente escalofrío le recorrió la espalda-. ¡Tú me destrozaste el ojo izquierdo! - De las fauces del dragón empezó a salir un humo negruzco y espeso-. ¡Hace mil años que acabé contigo…! -¡Me confundes con otra persona dragón! ¡Soy un emisario del verdadero Rey y he venido a matarte! El dragón entrecerró el ojo sano y apenas balbució: - ¡Es cierto, eres otro, pero hay algo en ti, algo tan odioso…, tan parecido…! La muchacha, entre tanto, cogió un hacha de Mithril y cortó las cadenas que la tenían amarrada. Agarró un arco élfico y una aljaba con flechas que había junto al tesoro. Tensó el arco con una flecha puesta y gritó: -¡Dragón, yo también te desafió! El dragón giró bruscamente la cabeza y miró un instante a aquella esclava y ésta disparó la flecha sin dudarlo, que se clavó en el ojo sano. El monstruo violentamente se contorsionó de dolor El Caballero, aprovechando el aturdimiento del dragón, cargó con el caballo al galope y la lanza en ristre y le atravesó el costado hasta partirle el corazón. La lanza se quebró por el fuerte impacto. Era un arma de Mitrhil, de los antiguos Señores Elfos. La sangre le salía a borbotones por las herid; el dragón se revolvía y dio una dentellada tremenda guiándose por el olfato y le arrancó la cabeza al corcel. El caballero cayó al suelo rodando y se puso de pie. El dragón derramó su poderoso aliento ígneo hasta que cayó muerto. El guerrero salió milagrosamente ileso. Se quitó el yelmo y resultó ser un ser humano con una barba de días. Ella le miró a los ojos y le preguntó: -¿Cómo te llamas? Y él respondió: - Georgius, de la ciudad del Valle.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Loreena McKennitt; concierto en la Alhambra de Granada




El naufragio del Esperanza

Algunos autores lo traducen por el naufragio de la esperanza. Pero es una mala traducción: es El Esperanza, un navio que subió demasiado al norte, cerca del polo. De repente llegó una ola de frío, se heló el mar y el barco quedó atrapado en medio del hielo. El resto de la historia la podéis contemplar en el cuadro: hielo sucio en primer plano y el barco destruido y hundido. Nuestro profesor de arquitectura del paisaje nos mostró este cuadro para hablar de"lo sublime" (concepto según lo entendía el filósofo Edmun Burke). No he encontrado en internet otra fotografía mejor. Es un cuadro de K. D. Frederich, muy romántico y un poco tenebroso.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Las crónicas de Narnia.




Estoy tratando de leer en inglés las famosas "crónicas de Narnia" y digo tratando porque en cada página me salen una media de 10-20 palabras desconocidas. Gracias a los diccionarios en el ordenador es más fácil atacarlo, pero aun así aprenderse todo ese vocabulario es un mundo. De momento estoy con mi libro favorito de los siete The horse and his boy.



He aquí la descripción del Tarkaan en inglés.



"... One day there came from the south a stranger who was unlike any man that Shasta had seen before. He rode upon a strong dappled horse with flowing mane and tail, and his stirrups and bridle were inlaid with silver. The spike of a helmet projected from the middle of his silken turban and he wore a chain mail. By his side hung a curving scimitar; a round shield studded with bosses of brass hung at his back, and his right hand graspes a lance. His face was dark, but this did not surprise Shasta because all the people of Carlomen are like that; what did surprise him was the mas´s beard which was dyed crimson, and curled and gleaming with scented oil ..."


Y por último dejo el trailer de la peli del príncipe Caspian, la segunda de Narnia:





Y lo hicieron caballero sin buscarlo...




Este relato lo escribí con mi padre para un concurso de cuentos de la Sociedad Tolkien Española: El día 9 fallaban los premios y, como no he ganado nada, he decidido colgar algunos fragmentos de la historia para que me deis vuestra opinión sobre ellos. El resumen del argumento consiste en lo siguiente: dos águilas gigantes subidas en lo alto de la torre de un enorme castillo en ruinas están enfadadas porque alguien ha robado sus huevos y ha cerrado la trampilla de la torre por donde acceder al castillo. Entonces recogen a un hombre y lo suben a lo alto de la torre para que les ayude a rescatar los huevos. Gracias a la ayuda de un mago logran abrir la reja que tapona el acceso y el joven intrepido comienza su descenso al interior del castillo... Este relato tiene copyright.

Agradecimientos a Iván Alaiz y a Juan Calvo por aportar ideas al relato.

"...La enorme escalera de caracol que estaban bajando, se perdía en lo profundo de la torre levemente iluminada por unas saeteras estrechas y altas. El mago, antes de que desapareciera en el recibidor del castillo, le entregó al hombre de la ciudad del Lago una antorcha que encendió con la punta de su bastón, del cual salió una llama rojiza, alargada y suave. Entonces comenzaron a descender por un tramo tortuoso de aquellas escaleras que se enroscaban alrededor de un enorme ojo central, abierto a lo profundo de la atalaya, por el que subía un chorro de aire frío, siniestro y húmedo que hacía que la llama de la antorcha parpadeara con fuerza aunque nunca se llegara a apagar. Los cuatro avanzaban a ritmo más lento y lo más pegados posible a la pared para no perder el equilibrio.[...]Llegó a considerar que el depredador no había accedido por allí, aunque todavía no había llegado el momento de hacer comprobaciones hasta no hacerse una idea más exacta de la planta del castillo y sus secretos arquitectónicos: cámaras, recámaras, sótanos…Según iban bajando, las saeteras dejaban pasar rayos de luz natural y el mendigo agradecía la claridad del día. Poco después, las saeteras desaparecieron de la construcción; sólo la antorcha iluminaba tenuemente el camino descendente y proyectaba una sombra gigantesca sobre el sáxeo muro de la torre.[...]En una roca que formaba parte de los cimientos del castillo, encontró un hueco por el que se entraba a un túnel; entró, con la antorcha por delante, sin tomar demasiadas precauciones. Craso error. La luz de la antorcha hizo que una miríada de murciélagos que colgaban cabeza abajo se precipitaran al vacío cayendo sobre su cuerpo. La antorcha se cayó al suelo y se apagó.Cuando los aleteos y los agudos chillidos de los murciélagos dejaron de sonar y sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, vio, al fondo del túnel, un ligero resplandor. Se puso unos guantes de cetrería a modo de guanteletes metálicos, que ocultaba bajo la capa; empezó a caminar mientras con un dedo del guantelete iba dejando una marca en la pared. Nunca se podía saber a ciencia cierta el camino de vuelta si los peligros acechaban de repente. Aquella marca era garantía de supervivencia en caso de necesidad.Al salir del túnel se dio cuenta de que el suelo estaba inclinado, hacía una pendiente. Desde allí logró adivinar el espacio que le rodeaba. Tanto el techo como la pared izquierda se ocultaban tras las sombras; aquel foco de luz casi mortecino, provenía de unas vidrieras laterales a la derecha: unos enormes ventanales góticos con varios maineles y multitud de nervios de granito, caliza y gneis. Al mirar al frente pudo ver el ritmo de los gigantescos arbotantes que se apoyaban a su izquierda sobre contrafuertes rematados por pináculos de piedra labrada. El suelo era una cubierta de zinc de piezas engatilladas, y bastante resbaladizo. También pudo distinguir las canalizaciones de agua que acababan en pavorosas gárgolas de piedra. Avanzó pegado a la pared derecha, asiéndose, cuando podía, a las nervaduras góticas de aquella fantástica arquitectura. No se atrevió a romper ninguna de las vidrieras emplomadas que iluminaban su camino entre las sombras que se proyectaban a la vez. Sus extraños dibujos de unicornios, grifos y caballeros le parecían fascinantes. Tras pasar bajo el cuarto arbotante descubrió una vidriera rota y pudo asomarse al interior de aquel extraño edificio. El espectáculo lo dejó maravillado.La nave central, de enorme altura, estaba rematada en una compleja bóveda de crucería, iluminada por multitud de fuegos fatuos (ignus fatuus) que bailaban sobre centenares de tumbas abiertas, probablemente por saqueadores de tesoros. Aquellas luces tenues como candelillas no necesitaban soporte alguno y revoloteaban, subían y bajaban en el aire en una danza errática y macabra sobre los cadáveres de los antiguos reyes; eran las auténticas danzas de la muerte que con ese nombre pasarían a la historia de la literatura medieval que tan bien conocía J.R.R. Tolkien.Desde el arbotante cercano a aquella ventana había una cuerda atada cuyo borde casi alcanzaba al triforio. Comprobó la resistencia de la cuerda y se dio cuenta de que era una pieza de cáñamo de torpe factura, pero muy resistente y bien anudada. Si tenía sumo cuidado, podría llegar hasta el triforio pero, por desgracia, no podría atársela a sí mismo. Se arriesgaba, si se rompía o deshacía el nudo, a caer desde una altura de más de treinta metros. Buscó otra solución: ató el zurrón a un extremo de la cuerda y lo descolgó suavemente. No sin miedo, se agarró a la cuerda y comenzó a descender. Sus manos, blanquecinas, por la fuerza que estaba desarrollando para mantener el peso de su cuerpo suspendido, y ensangrentadas, por el roce abrasivo de su piel contra la cuerda, le hicieron gemir de dolor. Al llegar al extremo, dio un impulso y pudo alcanzar con los pies el mainel de la ventana del triforio, al que se enganchó con la agilidad de un acróbata. Haciendo una pirueta, soltó las manos de aquella maroma y se sujetó fuertemente a las molduras. Con gran facilidad entró al interior de la galería que se orientaba hacia la nave. Estaba sudando y las manos le sangraban por los desgarros de la piel.XXIIAvanzó por el triforio hasta que encontró una puerta con tres arcos, también, cerrada. En esta ocasión decidió usar la llave maestra y pisó el último descansillo de una escalera que descendía hasta la mitad de la nave lateral, donde pudo contemplar un auténtico mausoleo, la cripta, en todo su esplendor, donde aparecían las tumbas profanadas de los reyes y altos funcionarios de su corte. Se apreciaba que ilustres maestros habían trabajado las esculturas de los sarcófagos, pero muy pocas permanecían íntegras; destacaban por su perfección las alegorías del amanecer y de la oscuridad, de la noche y del día y el grupo de Varda y Manwë, vigilantes de la Tierra Media.Aquellos monumentos funerarios, de materiales preciosos: jaspes, mármoles, alabastros…presentaban, por fuera, hermosas esculturas, perfectamente cinceladas en piedra. Las más primitivas eran toscos bajorrelieves con escudos heráldicos. Las más elaboradas eran hermosas tumbas de cama labradas en piezas de mármol, con blasones y escrituras de fastuosas letras y runas que no lograba comprender; figuras yacentes que parecían dormir sobre lechos de mármol, con espadas entre las manos y vestidas con sus mejores galas. Pero, todas sin excepción, guardaban huesos secos, calaveras desprendidas de los esqueletos o momias amortajadas con telas gastadas, de colores desvaídos, que alguna vez debieron de ser espléndidas: antiguas sedas, terciopelos y tafetanes ya deteriorados y apolillados por el paso del tiempo.Caminó hasta llegar a la girola. En el frente había una puerta de bronce labrada cerrada con llave. Usó la que le había dado el mago y la puerta se abrió de par en par. Encontró allí una sala repleta de tesoros, en cuyo fondo se abrían otras puertas de bronce: se podían ver multitud de piezas de oro, plata y cobre; millares de monedas de diversa factura y épocas; multitud de diamantes, zafiros, rubíes, esmeraldas, alejandrinas, turquesas, aguamarinas, lapislázuli, malaquitas, jades… cientos de objetos labrados en plata, oro y marfil aparecían por todos los rincones de aquella: cuencos, jarros, cálices, olifantes, estatuillas de diversas variedades y cientos y cientos de armas y armaduras, algunas de plata de Moria: espadas, dagas, segures, lanzas, arcos y flechas, cotas de malla, corazas, yelmos empenachados de plumas majestuosas, coletos de cuero repujado, grebas y brazales, estandartes de ricas telas cosidas con hilos de plata y oro, etc. El mendigo le puso el nombre de La Sala del Tesoro y de las Armas.Al contemplar todas aquellas riquezas y obras de arte, se vio tentado a guardarse algunas de aquellas piezas, pero descartó su mal pensamiento, puesto que la carga, por ligera que fuera, le dificultaría llegar hasta el escondrijo donde estaban, con toda seguridad, depositada la puesta de las águilas. En esos momentos, su objetivo no era enriquecerse, sino salvar una especie en extinción; además había oído leyendas sobre la existencia de tesoros encantados en los antiguos mausoleos de reyes y magnates cuyos saqueadores fueron víctimas de alguna maldición personal o familiar, a veces étnica porque afectó hasta sus descendientes. Al recordar el dicho popular “parece que le ha caído la maldición”, una fuerza interior le sirvió también de freno para no caer en tal obscenidad e ignominiosa bajeza; sin saber muy bien por qué le vino a su memoria la sentencia No la hagas y no la temerás que siempre les repetía sabiamente el Señor de la Ciudad del Valle, Bardo III, uno de los gobernantes más justo y magnánimo que administró aquel burgo.Siguió avanzando hasta el final de la sala. En la cabecera había unas puertas de bronce con un bajorrelieve en el que aparecían cincelados dos fastuosos ciervos bebiendo de una fuente. Al tocar las puertas, unas líneas de plata refulgieron y apareció el trazado de unas runas o letras élficas, que parecían nieladas sobre la superficie de la puerta, ocultas de otra manera a la vista.XXIIIÉl no conocía la lengua de los elfos, pero sorprendentemente, entendió todo lo que querían transmitir las runas. La escritura venía a decir esto:“Desde Oriente a Occidente, un León Ungido vendrá a salvar al Hombre y a la Naturaleza de las garras del Dragón. Cuando los elfos hayan partido de la Tierra Media, y los enanos vuelvan a ser expulsados del Reino bajo la montaña, el Gran Rey enviará sirvientes a los cuatro puntos cardinales para expulsar a todo dragón de la faz de la Tierra. Tal fue su promesa echa antaño y el Rey cumplirá con sus súbditos.”Con mucha fuerza, tuvo que empujar las puertas que no resistieron el embate y se abrieron de par en par. Lo que allí se ocultaba era una excavación en la roca viva que semejaba una forma de enterramiento de las más antiguas. El explorador del castillo, movido por la curiosidad, penetró en la tumba, sin embargo no encontró nada, ni huesos, ni calaveras, ni telas desgastadas. Se arrodilló y tocó con las manos el lugar donde debía de estar depositado el cadáver, éste estaba vacío.Una luz blanca resplandeciente y cegadora le deslumbró. Cerró los ojos y cuando los abrió de nuevo, vio a un hombre, vestido de blanco, con los atributos del Rey Verdadero, por la Majestad Serena que reflejaban sus facciones. Era un hombre de cabello largo y prominente barba, de rostro hermoso y grandioso porte. Estaba sentado en un soberbio trono de madera de roble taraceada y esculpida con hermosos dibujos de leones, palomas y rosas heráldicas. El hombre de la ciudad de Valle se quedo perplejo. Sintió, en ese momento, una extraña paz tan grande, tan grande, que no hay palabra humana capaz de describirla. Esa paz le nacía desde el corazón, lo inundaba el pecho y se le subía a la cabeza como un buen vaso de vino. Entonces comenzó a llorar. Lloraba, lloraba y lloraba y se sentía liviano como una pluma de águila; feliz, muy feliz. Y comenzó a reírse. No quería abandonar aquel lugar, y tenía ganas de cantar, bailar y brincar. El Rey le habló. Mantuvo una larga conversación de la que apenas recordaba algo, salvo su figura prodigiosa y las últimas frases que pronunció porque en ellas se guardaba el secreto donde se le desvelaba el lugar del castillo en el que se encontraban escondidos los huevos de aquella pareja de águilas. También recordaba con nitidez su última exhortación:“Cuando te enfrentes al dragón no temas, porque yo estaré contigo.”Terminada su alocución, el Rey hizo un gesto con una mano y de súbito se hizo presente un caballero de los de Caballerías, que con una espada de acero en su mano, hizo que el mendigo de la Ciudad del Valle se arrodillase. Por tres veces se la puso sobre los hombros de forma alternativa, mientras la empuñadura de aquella brillante espada emitía fulgores resplandecientes a causa de doce granates, un diamante rojo y doce rubíes que simbolizaban la sangre que el Rey y sus seguidores habían derramado en las grandes batallas de las que habían salido victoriosos:-Haz el bien y no el mal. Di siempre la verdad aunque eso te comprometa. Ama a tu Señor por encima de todas las cosas y sírvelo, única y exclusivamente a él hasta la muerte. Sé humilde de corazón y estima a los demás como más dignos que tú, aunque no sean nobles ni caballeros. Servir al verdadero Rey implica servir a todo hombre que tenga necesidad de ti. A cambio tendrás derecho a la protección de tu Señor contra tus Enemigos y serás verdaderamente Libre. Ésta es la alianza que el Rey establece contigo.Entonces le dio una copa y le dijo:-¡Bebe…!El hombre bebió de la copa hasta apurarla y sintió un hormigueo vivificante que le recorrió todo el cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Entonces se quedó de rodillas y cerró los ojos.Cuando abrió los ojos de nuevo, la tumba estaba vacía, sólo a sus pies encontró la empuñadura de una espada partida en la que aún se conservaba un trozo bien afilado de su hoja. Este hecho no dejó de sorprenderle y se dijo a sí mismo que descubriría la desconocida historia y la causa de aquel extraño regalo.Desde entonces aquel mendigo, raptado por el águila, quedó convertido en caballero de las caballerías andantes y pasó a la leyenda con el sobrenombre de El Caballero del Castillo de la Puerta de los Siete Candados, antes conocido por El Mendigo de la Ciudad de Valle.Al salir del sepulcro vacío la Sala del Tesoro y de las Armas se había transformado en la Sala de la Porquería y de la Herrumbre. Los fastuosos objetos que vio al entrar eran ahora sencillamente armas y armaduras oxidadas, telas podridas, estatuillas desgastadas y carcomidas, metales pobres y herrumbrosos, etc.Cuando salió de allí, ya quedó grabado en su mente el lugar y el camino que tendría que seguir hasta conseguir su objetivo. Empezó a moverse con cierta soltura por aquellos interiores y, al fin, escuchó los ecos de una siniestra canción de la que apenas comprendía la letra. Pero a medida que se iba acercando a aquel terreno ignoto donde se estaba celebrando aquel aquelarre escandaloso y macabro, reconoció que las voces y los cantos, por terroríficos, eran de los trasgos. Batían palmas y saltaban contra las baldosas oyendo como sus pies planos, al golpear el suelo, producían un sonido semejante a los porrazos secos, como si alguien estuviera apaleando con una tabla la encimera de hierro de una gran mesa. Al mismo tiempo se escuchaban carcajadas y los chasquidos de los látigos que usaban contra todo bicho viviente.Los trasgos, cuando hacían prisioneros, los ataban las manos a la espalda con pesadas cadenas y los arrastraban hasta dejarlos moribundos por los golpes que, a su vez, iban recibiendo sus víctimas. Sus ocurrencias eran crueles, nada ingeniosas y las usaban siempre con el ánimo de fastidiarlas y humillarlas.Eran seres sucios de cuerpo y de alma, que desprendían aromas nauseabundos. Vivían en cuevas insalubres, mal ventiladas y llenas de desperdicios. Se desconocían los motivos por los que un grupo de estos seres inmundos se habían instalado en aquella sala del Castillo de la Puerta de los Siete Candados.[...]
Para leer la segunda parte del relato pinchad aquí.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Sobre mí


Esta es una encuesta absurda que me enviaron por internet y que ahora cuelgo para que sepan un poco más de mí
NOMBRE: Francisco Javier
APODOS: Teno
COMIDA PREFERIDA: La tortilla de patatas. El jamón serrano. El salmón ahumado. El melón. Si son buenos, claro.
COLOR PREFERIDO: Parafraseando a Delacroix: la belleza de un color depende de los colores que lo rodeen.
BEBIDA FAVORITA: Agua de limón (sin alcohol; de ésa que solo son limones, agua y azucar).
UNA ALMOHADA O DOS?: dos
EL VASO MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO?: Siempre depende de tu estado de ánimo, si es un buen día medio lleno.
PELICULA FAVORITA: Tengo muy abandonado el tema del cine. Pero si hay que rellenar el apartado, de mis años peliculeros reseño:Antiguas: El maquinista de la general (Keaton), El hombre de la camara (Vertov) Con faldas y a lo loco, El Apartamento, Testigo de Cargo; Un, dos, tres; Primera Plana (Billy Wilder), Casablanca (Curtis) La noche del cazador (Laughton), Con la muerte en los talones (Hitchcock); Qué ruina de función (Peter Bogdanovich), La gata sobre el tejado de cinc (Brooks, me parece), El padrino, la trilogía (Copola), Yojimbo, Los 7 samurais (Kurosawa), El golpe (Hill, me parece), etc.Actuales (de los 80 para hacia adelante): La chaqueta metálica (Kubrick), La lista de Schidler (Spielberg), Ciudad de Dios (Meirelles), Matrix (sólo la primera), Animatrix, El sexto sentido (Shyamalan), Sin Perdón (Eastwood), etc.No es cine de antología, pero la película "Como Dios" me hizo mucha gracia.
MUSICA FAVORITA: Me gusta un poco de todo. Ultimamente me he aficionado a la música cristiana.
Música culta: Mozart (Requiem), Chopin (Estudios), Beethoven (Claro de luna), etc
HOBBIES: Mis antiguas aficiones: películas, literatura, juegos de rol, un poco los comics y el manga, viajar, visitar lugares viejos (castillos, ruinas industriales) o edificios con cierta calidad arquitectónica, contemplar paisajes alucinantes, las estrellas, los árboles grandes (las secuollas del palacio de la granja, en Segovia, son increíbles). Paseos nocturnos a la deriva...
PALABRAS O FRASES QUE MAS DIGAS: ...
COCHE IDEAL: uno lleno de amigos y con un buen radiocasette.
PASTA DENTRIFICA PREFERIDA: No me fijo.
SABOR DE HELADO PREFERIDO: Limón.
ZAPATILLAS PREFERIDAS?: Las pantuflas gordas y mullidas que usas en invierno para estar por casa.Las botas que por estar tan usadas se han adaptado al pie..
PERFUME PREFERIDO?: Ummm, el que llevaba una chica brasileña que estuvo viviendo en mi casa de la resi (cuando una chica huele bien...Hay olores que despiertan recuerdos)¡Ah, para usar yo! Uno de esos de hombre de 50 euros el frasco...
ALGUNA VEZ NADASTE DESNUDO? ¿eh?
TE EMBORRACHASTE ALGUNA VEZ?: Esa es una pregunta indiscreta.
TE BURLAS DE LA GENTE?: Las pocas veces que lo suelo hacer suele ser sin malicia; o porque me he picado con la persona en cuestión.
HORA A LA QUE TE DUERMES? Puff ¡tengo un caos horario...!
AMASTE TANTO COMO PARA LLORAR?: sí. Todo el mundo ama así alguna vez.
CANCION FAVORITA?:
Popular: cada época tiene una, por ejemplo cuando entré en la universidad Loosing my religion de REM, en otra época "la flaca" y "el lado oscuro" de Jarabe de Palo,etc.Culta: Caruso, del albúm tutto Pavarotti. El aria Nessun Dorma de Turandot (Puccini),
DEPORTE FAVORITO PARA VER?: Patinaje artístico. Ajedrez. Esgrima antigua.
LO MÁS PENOSO?:
-Lo que me separa de Dios
-El egoísmo que a veces me consume.
-La soberbia (propia o ajena)
-Tener que soportar que hablen mal de otra persona cuando no está presente
-Haber hecho daño a alguien y darte cuenta de que no puedes arreglarlo.
-Tratar con una persona que es un mundo diferente a ti y no saber de que hablar.
DIA FESTIVO FAVORITO: Pentecostés ;)
COLECCIONAS ALGO?: coleccionaba (ahora lo he dejado) monedas, billetes, minerales, sellos.
QUE FOBIAS TIENES?: no tengo fobias, tengo paranoias...
LUGAR AL QUE TE GUSTARIA IR:
Religiosos: Por este orden, Tierra Santa, Medjugorje, Lourdes, Fátima.
Exóticos: Turquía, Egipto y la India.Por el contenido mítico: Krak des Chevaliers en Siria. La ciudad de Petra. La tumba de Qsi Huan Ti en Xi An, China. La gran muralla China. Las pirámides de Egipto. La capadocia en Turquía. Las iglesias enterradas de Etiopía.
Para vivir una temporadita: Inglaterra, Irlanda, EE. UU, Alemania, Japón.
Con minuciosidad, por una cuestión artistico- cultural: Italia, Francia, España y Portugal y bastante del Reino Unido a fondo (con esto tengo suficiente).Para visitar parajes naturales: Noruega, Finlandia, Suecia, Canada, Brasil, regresar a Venezuela y el polo norte o el polo sur.
LO PRIMERO QUE HACES POR LA MAÑANA CUANDO TE DESPIERTAS?Abrazarme a la almohada ("cinco minutos más, tengo mucho sueño")
PROGRAMA DE TELEVISION FAVORITO?: Últimamente casi no veo la tele.
QUE TE GUSTARIA HACER EN LA VIDA?: La voluntad de Dios.
QUE ESTACION DEL AÑO TE GUSTA MAS?: cada una tiene su encanto.
A QUÉ LUGAR IRÍAS DE VACACIONES?: De vacaciones, que no de viaje: me gustaría vivir inserto en medio de un bosque noruego o canadiense, donde la civilicación humana más cercana estuviera a, al menos,500 kms de distancia, con una pequeña comunidad cristiana (carismática preferiblemente) mixta (medio española, medio sueca), con unas 40 ó 50 personas, que en invierno se quedase aislado por la nieve, y que además quedase cerca de unas ruinas vikingas no turísticas, por lo inaccesible, con grandes piedras grabadas con runas y los restos de un poblado medieval con iglesia y castillo. Con esta escenografía y, sobretodo, con el Señor en el corazón, serían las mejores vacaciones de mi vida. Pasaría allí tres años, por lo menos.
TE IRÍAS A VIVIR A OTRO PAÍS O LUGAR?: sí.
FRÍO O CALOR? mmm. templado.
CARTA O E-MAIL: recibir cartas, escribir emilios
PERSONA QUE EXTRAÑAS: [...]DESCRÍBETE EN TRES PALABRAS: AMO A CRISTO. Es lo mejor de mí.
ME DESAGRADAN LAS PERSONAS:Las personas no me desagradan, me desagradan las actitudes.
Que una persona se meta con otra que es más débil.
Que hablen mal de otros cuando estos no están presentes.
ME DA(N) ASCO?: las cucarachas, pero no me importa pisarlas, simplemente me dan asco. Tuve una mala experiencia en un albergue de Marruecos, las cucarachas pululaban por doquier. Nuestra habitación comunal lindaba, pared con pared, con el baño (donde habían cortado el agua) y olía que apestaba. Había un agujero por donde entraban las cucarachas y se paseaban por toda la habitación sin respetar el espacio vital. (Yo me reía, hasta que se subieron a mi cama CUANDO YO ESTABA SENTADO EN ELLA). Pasé una noche muy incómoda y desde entonces me dan asco.También en mi residencia, cuando hubo invasión (y no habían fumigado, que llegamos a matar unas cuarenta y tantas en mi casa) encontré una en el pantalón de mi pijama al meter el pie, fue una experiencia bastante desagradable.
QUIEN ES TU AMOR PLATONICO: Cristo.
PERSONA A LA QUE ODIAS O NO QUIERES: [...] Existe alguna persona por la que siento una extraña relación de amor-odio; pero en general no odio a nadie...
CHUCHES PREFERIDAS: sugus, gominolas.
EQUIPO DE FÚTBOL: No veo fútbol, pero si es una cuestión de etiquetas:El Valencia (antes era el Madrid; pero desde que fichó a Beckham se me quitaron las ganas).
ASIGNATURA PREFERIDA: Historia del cine, Composición arquitectónica.
HAS VISTO ALGUNA TELENOVELA: No
PERSONA QUE ADMIRAS?: El león de la tribu de Judá.
ALMOHADA O COJIN: almohada
QUE ES LO QUE NUNCA DICES PERO SIEMPRE PIENSAS: si no lo digo nunca ¿por qué lo voy a escribir ahora?CIENCIAS O LETRAS: puff, pues ya no sé que pensar, estoy esquizofrénico perdido...
QUE TE MOLESTA DE TI MISMO: ser un poco pedante y ser demasiado orgulloso, vanidoso e incluso soberbio. Pensar demasiado en mi mismo y no en los demás.
EL BESO IDEAL: el casto y mesurado que me dan en la mejilla. Hoy por hoy prefiero abrazos.
CUENTO PREFERIDO: mmmm..., interesante pregunta, ahora tengo otros intereses, pero si miramos hacia atrás:De niños: Momo, El ponche de los deseos, La historia interminable (Ende), El Hobbit (Tolkien), Las crónicas de Narnia (Lewis), El principito, etc.De adultos: Muchos de Borges, la enumeración sería demasiado larga, "la guerra del tiempo" y "semejante a la noche" (Carpentier), el Señor de los Anillos (Tolkien), el Unicornio, Bomarzo(Manuel Mujica Lainez), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez) , la trilogía de Alexandros (Valerio Máximo Manfredi), los libros del capitán Alatriste (Pérez Reverte), El Nombre de la Rosa (Eco), El Perfume (Süskind), etc.
MEDIO DE TRANSPORTE: Avión y cuanto más lejos, mejor.